Mantener la misma periodicidad de publicación de artículos cuando escribes en un blog no es sencillo. Aunque en ocasiones no lo parezca, detrás de cada blog hay una persona con una vida propia que va evolucionando y que afecta directamente al tiempo que puede dedicarle a escribir en su blog. Estoy hablando, evidentemente, de blogs personales en los que el autor expresa en su blog aquello que le apetece de una manera, en principio, desinteresada. Además, no siempre es fácil encontrar algún tema sobre que escribir. En definitiva, un tema que te interese y que te de motivos para escribir.
Recientemente, me he encontrado con varios casos bloggers a los que leo a menudo a los que les sucede algo que mantiene relación con lo que acabo de escribir. Es el caso de Creative Minds. Alfonso, autor de Creative Minds, comentaba textualmente en La vida blogueada:
Como antiguo escritor compulsivo y viéndolo con algo de distancia, me lo estoy tomando de forma más tranquila. Ahora trato de leer más y escribir menos.
Recuerdo como hace varios meses, Alfonso escribía tranquilamente tres artículos diarios. Hoy en día escribe algunos artículos a la semana. Si no tuviese mi propio blog, me sorprendería este cambio tan brusco. Si escribes habitualmente en tu blog creo que lo entenderás. Escribir en un blog requiere una cierta dedicación tanto en tiempo como en esfuerzo que, en ocasiones, es difícil aplicar. El que pica las teclas no es una máquina. Es un persona con sus obligaciones y que también tiene su vida fuera de la blogosfera.
También es el caso de Adolfo Estalella con su ConTexto. En Mirándome el ombligo, Adolfo empezaba con:
El blog se me está convirtiendo en una especie de lastre pesando. No tengo la menor apetencia por escribir en las últimas dos semanas.
Y es que creo que, en ocasiones, los bloggers nos saturamos. Nos saturamos de información, nos saturamos de contar el número de artículos que escribimos al día, nos saturamos porque nadie comenta, nos saturamos porque la gente nos critica. Incluso, llegamos a saturarnos tanto que tomamos una decisión tan drástica como cerrar el blog. Comenté el caso del cierre de DosyDosCuatro.com hace poco.
Día a día van apareciendo nuevos blogs. Nuevos blogs que escriben sobre lo mismo que escribes tú. Actualizan más rápido, escriben más artículos y reciben más visitas. ¿Y qué? Aunque muchas veces perdamos el horizonte, eso no importa cuando se trata de un blog personal. Lo importante es sentirte a gusto con tu blog. Disfrutar escribiendo y, cada vez me estoy dando más cuenta de ello, definir tu propio estilo de escritura. Un estilo que te defina y que, aunque cueste encontrarlo, acabará caracterizándote tarde o temprano.